Eligamos un domingo de un junio lluvioso,
nada puede eclipsar el brillo del sol sobre el horizonte.
Bordeando la montaña, bajando hasta llegar a la costa,
Su reflejo se deja ver entre las calas.
Un pueblo diminuto
como la esencia de perfume,
y casi escondido,
que huye del escandalo.
Los barcos flanquean su orilla
para que la magia perdure año trás año.
Un lugar mágico, grato a cada rincón,...cala a cala
capaz de provocar inspiración y bienestar.
Elegido por los elegidos.
1 comentario:
Sensació
El cap ple de cristalls menuts,
on s'hi reflexen horitzons
més llunyans de l'avui,
i si per cas en perdo
cerqueu-me vora el mar,
allá on la solitut té
sensació de llibertat!
Per tu!
Nineta, m'ha agradat el teu blog.
marmaluk@hotmail.com
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